
- No tener un plan de empresa.
- Intentar crecer demasiado rápido.
- Hacerlo todo uno mismo.
- No trabajar la Marca Personal.
- Buscar colaboradores sólo por precio.
- Olvidar la cuenta de resultados.
- Olvidar que el cambio es constante.
- Miedo a Internet.
- No enfocarse en los clientes.