¿Hablar o actuar?
Compartimos una historia que recibimos a través de Whatsapp que nos deja mucho aprendizaje:
En un colegio de muy buen nivel, estaba ocurriendo una situación inusitada: alumnas que usaban lápiz labial, todos los días besaban el espejo y remover las marcas de lápiz labial era todo un problema. El director estaba bastante molesto, porque el bedel tenía un trabajo enorme para limpiar el espejo al final del día. Pero, como siempre, en la tarde siguiente, nuevamente estaban las mismas marcas de lápiz labial…
Un día el director juntó al bando de alumnas en el baño y les explicó pacientemente que era muy complicado limpiar el espejo con todas aquellas marcas que ellas hacían. Fue una oratoria que duró una hora. Al día siguiente las marcas de lápiz labial en el baño reaparecieron…
Al otro día, el director juntó nuevamente al bando de alumnas pero esta vez con el bedel presente en el baño y pidió al bedel que demostrara la dificultad del trabajo de limpieza. El bedel inmediatamente agarró un paño, lo mojó en la poceta y lo pasó en el espejo. ¡Nunca más aparecieron las marcas en el espejo!
Moraleja: a veces, necesitamos usar métodos diferentes para alcanzar ciertos resultados.