Erick García: un gran tatuador de realismo8 min read
Erick García es un tatuador venezolano que se especializa en realismo y logra trabajos increíbles, hoy Erick García nos cuenta un poco sobre él y sus tatuajes:
“Nací en Caracas el 17 de Abril de 1992 dónde me crié toda mi infancia y parte de mi adolescencia, otra parte de mis años los viví en el Estado Cojedes donde me volví independiente a temprana edad. Soy padre de 2 niños un varón de 10 años de edad y una nenita de un año.
Tras varios años de tener el tatuaje como profesión secundaria decidí congelar mis estudios de Arquitectura y los otros trabajos para sólo dedicarme a lo que hago actualmente, pues es lo que me apasiona y lo que quiero seguir haciendo, además llegué a la conclusión que la única manera de surgir en esta industria es dedicarte al 100% a esto y respetar muchísimo lo que haces.
Vuelvo a Caracas hace 2 años atrás y me recibe un estudio Inmortal Ink en el que con mucho apoyo de sus propietarios Carlos y Daniela logré avanzar con mis conocimientos y explotar en la transferencia a la piel lo que ya sabía antes, actualmente trabajo en La Barbería Tattoo, gracias a la aceptación de Claudio Amico comparto con un equipo de artistas brutales y constantemente nos retroalimentamos con nociones y técnicas que hemos aprendido en nuestras trayectorias, ahora la meta está más clara y trabajo arduamente para lograr ser un artista ejemplo para las nuevas generaciones, mis hijos y orgullo de mis familiares y esposa que ha vivido y sacrificado muchísimas cosas conmigo en este mundo del tatuaje”.


¿Cómo comenzaste en el mundo del tatuaje?
Desde niño ya era dibujante de retratos y replicar cosas de la realidad y fotografías en grafito, luego empecé a incursionar en la pintura al óleo de manera autodidacta, también era estudiante de arquitectura y en los ratos libres practicaba aerografía sobre murales o sobre vehículos para hacer decoración en ellos, una persona me vio haciendo esto último y me invitó a comprar mis primeras máquinas de bobinas hace 8 años y pues también aprendí de manera autodidacta muchas de las nociones porque en ese entonces no había tanta información y era muy difícil que alguien compartiera algo de su conocimiento con aprendices.
¿Cuál fue el primer estilo de tatuaje que hiciste?
Al inicio toca hacer de todo para poder adquirir experiencia mediante el ensayo y error, no fuí la excepción, hice desde muchos trabajos de líneas, me pedían muchísimos nombres, infinidades de rosas, todos los tatuajes muy gráficos, pero nada cerca al estilo en el cual me desempeño actualmente.
¿Quiénes son tus referencias en el mundo del tatuaje?
De mis referentes en el mundo del tatuaje tengo como pilar a dos venezolanos, por supuesto también soy muy nacionalista y valoro por encima de lo demás lo nuestro y es Yomico Moreno, también sigo mucho el trabajo de Joshua Gómez quien ahora tengo el privilegio de tener una amistad con él y seguir aún mas de cerca su trabajo, Steve Butcher un gran artista del hiperrealismo mi paleta de colores va enfocada hacia allá, un Aleman Randy Engelhard que logra cosas increíbles y Richard Arthur.
¿Cómo comenzaste en el estilo que trabajas actualmente?
Mis inicios en el tatuaje fueron en el interior del país, en el llano en el estado Cojedes y pues las personas no estaban tan culturizadas con este estilo de vida, caminaba por la calle y me veían como un extraterrestre, me tocó hacer un duro trabajo, hacer jornadas sociales, llevar un mensaje a las emisoras de radio y demostrar que no somos más que exponentes de arte en la piel. A pesar de que empezaron a ser más receptivos con los tatuajes había una retracción en cuanto a los estilos de tatuajes y pues eso me trajo a la ciudad de Caracas a ampliar mi conocimiento y, por supuesto, a aplicarlo a la piel en personas que sí estuvieran dispuestas a llevar un retrato o una fotografía en la piel y con una visión totalmente distinta y más abierta.
Cabe destacar que hoy día después de tanta evolución los cojedeños valoran muchísimo lo que hago actualmente y muchos me piden obras grandes, elaboradas y en el estilo realista.


¿Cuáles son las cosas que más te gustan sobre el mundo del tatuaje?
Se ha creado una gran hermandad, ha disminuido muchísimo la rencilla y el egoísmo del cual fui testigo en mis inicios, también debo admitir que me gusta mucho ver tantas mujeres haciendo grandes obras, tomando espacios y solo con el mérito de su arte, eso lo aplaudo; todo el talento emergente, ver chamos de 20 años haciendo cosas increíbles y por último el reconocimiento que venimos teniendo en el mundo los artistas del tatuaje.
¿Cómo ves a la cultura del tatuaje en Latinoamérica actualmente?
Los tatuadores latinoamericanos somos unas esponjas y la mayoría de los que han recorrido al mundo nos han traído muchas nuevas técnicas lo que nos ha llevado a evolucionar nuestro trabajo y, por supuesto, a destacarnos ya que nosotros manejamos todo los tipos de pieles y llevándonos a ser más versátiles en cuanto a aplicación y a cicatrización de nuestras piezas. Y esto, por supuesto, también ha llevado a muchas marcas de productos a adaptarse a esta evolución.
¿Cuál es la anécdota que más recuerdes de una sesión?
Creo que ninguno olvidamos al desmayado Jajajaja pero más que eso, una vez hice un retrato de una beba que ya estaba fallecida y al terminarlo la persona se fue en llanto por muchos minutos, esto me demostró que sigo haciendo lo que me gusta y no lo voy a cambiar.
¿Qué consejo le darías a los nuevos tatuadores?
Que no teman en preguntar, lo peor que puede pasar es que no te respondan pero si te responden eso les puede cambiar la vida. Un consejo puede equivaler a todo el dinero que invertiste en una convención, un solo tip puede equivaler a todo el dinero que invertiste en un seminario o en un viaje, y siempre se verá reflejado de inmediato en tu trabajo diario. Hay que aprovechar toda la información que hay ahora.


Erick García es un gran tatuador del realismo que nos contó a profundidad lo que significa para él este mundo de la cultura del tatuaje; si quieres ver un poco más de Erick García visita su cuenta en Instagram.