Las perforaciones llamadas microdermales son una alternativa diferente en el mundo de las decoraciones corporales. Se trata de unos piercings que se realizan con una técnica peculiar, en la que se implanta una parte de la joya debajo de la piel, dejando a la vista únicamente una parte, la joya decorativa. El agujero cicatriza con la parte de la joya dentro, de forma que queda solo un extremo a la vista, con una rosca para poder cambiar las joyas.
Este tipo de implante puede colocarse casi en cualquier parte del cuerpo, siendo común la combinación de piercing microdermal con tatuajes pequeños o la composición de formas hechas con este tipo de piercing. A continuación te ofrecemos toda la información que pueda ayudarte si estás pensando en hacerte un piercing microdermal, desde el proceso de perforación, a los cuidados o ejemplos de implantes intradérmicos que te van a encantar, siempre con el objetivo de que sean de ayuda para cuando te hagas el tuyo y sepas qué elegir y cómo quedará mejor en tu caso.
La diferencia entre un piercing convencional y un microdermal es que estos últimos no atraviesan una zona del cuerpo, como puede ser la oreja, entrando por un extremo y saliendo por el otro. Los piercing microdermales tienen una base dentro de la piel que se queda dentro cuando la perforación cicatriza.
Aunque estos pasos pueden variar según cada perforador, es importante que tengas unas nociones de cómo se hace el piercing microdermal la técnica para colocar un microdermal es la siguiente:
Marcar con un rotulador la situación de cada joya así el perforador tiene una referencia exacta de dónde irá el o los piercings microdermales, esto es muy importante cuando se van a colocar varias piezas, ya que es una forma infalible de asegurarnos que cada pieza va colocada en el lugar correcto para mantener la armonía y la proporción del dibujo. Desinfectar con un algodón o bastoncillo la zona a perforar; este paso permite preparar la zona antes de la perforación, se desinfecta no sólo el punto concreto en el que irá la pieza, también la zona cercana. De este modo evitamos posibles complicaciones futuras como el rechazo de la pieza o una infección. Se perfora la zona, se introduce una aguja dérmica o biselada bajo la piel, en ocasiones, y dependiendo de la zona en la que se realice, esta perforación sangra durante unos instantes, por eso es tan importante desinfectar correctamente la zona. Se inserta la pieza que va debajo de la piel y esta estará a unos 1,5 mm debajo de la piel. Colocar la joya y una vez colocada la base, se sujeta el piercing con unas pinzas y se enrosca en la base, quedando sujeto a esta. Es un procedimiento rápido pero que requiere de la habilidad y los conocimientos técnicos y de higiene de un profesional.
El material más utilizado es el titanio. Esto se debe a que por el tipo de perforación que requiere un piercing microdermal, una pieza hecha de titanio cumple con una serie de factores que hacen este material ideal para este tipo de implantes: Pesa muy poco, por lo que evita que el tejido que rodea el implante se encapsule o debilite. Es un material que permite una cicatrización rápida y que no presenta, por lo general, riesgos de infección o rechazo.
Si te quitas un microdermal este dejará marca más señalada que en un piercing normal, pero sí quieres quitar tu piercing microdermal, puedes hacerlo sin problemas. Eso sí, es muy importante que acudas a un estudio de piercing para que lo retiren. ¡Ni se te ocurra hacerlo tú mismo!
Información tomada de: piercingytatuajes.com
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