Camilo Cortés da inicio a su carrera como tatuador en el 2012. Es conocido en Colombia, su tierra natal, por su versatilidad en el uso de técnicas de color y su fusión de estilos, como realismo y neotradicional. A estos le suma, de forma profesional y acertada, un enfoque hacia el anime y comic, transmitiendo mediante esta mezcla un balance perfecto entre tono, saturación, luminosidad y concepto.
Camilo recuerda que su pasión por el arte empezó a los 7 años, le gustaba dibujar a su super héroe preferido, Spiderman. A los 21 años supo que su vocación real era el tatuaje y en el 2022 cumple su primera década tatuando. Al pensar en su primer tatuaje recuerda su esencia y toda la retroalimentación que recibió en estos años, con lo que concluye que “espera conocer a los grandes artistas que lo inspiraron, encontrar obstáculos que lo obliguen a equivocarse, lo reten a corregir y pulir cada detalle que haga la diferencia en una pieza artística, crecer de la mano de su hija y ¿por qué no? tatuar a alguno de los Spiderman que lo inspiraron”.
Mi fascinación por el arte y la expresión creativa me llevó al mundo del tatuaje desde una edad temprana. Siempre he sentido una pasión por retratar dibujos animados y esta inclinación artística fue el punto de partida para adentrarme en el mundo de la tinta y la piel.
En mis inicios, me familiaricé con el estilo de tatuaje “nueva escuela”, donde pude explorar la esencia y la estética de los dibujos animados que tanto me habían gustado desde mi infancia.
Al inicio de mi carrera en el arte del tatuaje, me sentía atraído por diversos estilos y técnicas, lo que me llevó a probar una amplia gama de enfoques artísticos. Siempre disfruté dibujar personajes, pero también me interesaba explorar el realismo. Con el tiempo, fui capaz de fusionar las texturas y detalle del realismo y la riqueza de la neotradición, creando un estilo gráfico que refleja mi pasión y visión artística. En el proceso de estudio del color, encontré que trabajar con colores cálidos no solo me permitía expresarme de manera duradera en la piel, sino que también añadía un toque distintivo a mis trabajos que es lo que he venido buscando.
Mis principales referencias en el mundo del tatuaje son artistas excepcionales como Diaochen, Steve Moore y Tomas Farrow. Cada uno de ellos ha dejado una huella indeleble en la industria del tatuaje con su creatividad y maestría, y es un honor para mí poder aprender de su trabajo y evolucionar como artista.
En mi experiencia, una de las facetas más cautivadoras del mundo del tatuaje es su capacidad para reflejar la evolución de mi pensamiento y personalidad a lo largo del tiempo. Cada tatuaje que elijo representa un capítulo de mi vida, convirtiéndose en una forma de arte en constante transformación sobre mi propia piel.
Otro aspecto enriquecedor es la oportunidad de entablar conexiones significativas con personas de diversas procedencias culturales y visiones del mundo. A medida que descubro y aprecio la diversidad de estilos y enfoques que los tatuadores aportan desde todos los rincones del planeta, me siento inspirado a crecer como individuo, absorbiendo perspectivas únicas y enriquecedoras.
La cultura del tatuaje en Latinoamérica ha experimentado una notable evolución y trascendencia en los últimos tiempos. Es gratificante observar cómo se han roto estereotipos y cómo la región ha adquirido un reconocimiento artístico significativo en el mundo del tatuaje. Siento que se debe en gran medida, a la promoción de la libertad de desarrollo y expresión personal que ha florecido en las nuevas generaciones.
El esfuerzo y dedicación de los tatuadores latinoamericanos para destacar en su talento ha sido fundamental para alcanzar niveles destacados en el ámbito nacional e internacional. Esta determinación en buscar la excelencia ha llevado a que la comunidad tatuadora en la región sea respetada y admirada en todo el mundo, dejando su huella artística con una identidad única y poderosa.
Una vez, en una sesión memorable, un hombre mayor acudió junto a sus tres hijas, todos compartiendo un motivo muy especial: rendir homenaje a su madre, quien había partido meses atrás. El ambiente se volvió sumamente emotivo mientras procedía con los tatuajes. Sin embargo, hubo un momento que tocó mi alma profundamente.
Fue al tatuar al padre, cuando sus palabras resonaron con una carga de tristeza. En medio del proceso, expresó que experimentaba un doloroso recuerdo de todo lo que su esposa había atravesado en sus últimos días: las inyecciones, las canalizaciones, los medicamentos. Cada puntada del tatuaje parecía evocar esos momentos de sufrimiento que ella había soportado, y el dolor emocional superaba incluso la sensación física. Mis propias emociones se vieron conmovidas, y una conexión intensa se estableció con la familia.
Este episodio me recordó la profundidad de los lazos humanos y cómo el arte del tatuaje puede trascender lo meramente estético para convertirse en un medio para expresar y sanar el alma. La experiencia me enseñó a valorar aún más mi trabajo, al saber que puedo ser parte de momentos de genuina emotividad y significado en la vida de las personas.
Primero y ante todo, les aconsejaría reflexionar sobre la verdadera motivación detrás de su elección de ser tatuadores. Es fundamental que abracen esta profesión por el genuino amor hacia el arte del tatuaje, la pasión por el dibujo, y el deseo de expresarse creativamente. Eviten dejarse llevar por tendencias pasajeras, enfoquen su energía en el enriquecimiento artístico y la constante búsqueda de aprendizaje.
Un aspecto clave para destacar en este campo es la versatilidad. Incentiven el desarrollo de sus habilidades, estudiando diversos estilos y técnicas. Esta amplia gama de conocimientos les permitirá fusionar elementos únicos y ofrecer propuestas gráficas innovadoras, consolidando su identidad artística personal.
Así mismo, los invito a no limitarse a imitar estilos ya establecidos y populares. Ser auténticos y originales es la clave para destacar en un mercado saturado. En lugar de seguir patrones preestablecidos, busquen inspiración en su propia creatividad y perspectiva única, creando así obras que trasciendan lo convencional y sorprendan a sus clientes.
Recuerden siempre que el tatuaje es una forma de arte en constante evolución, donde nunca se deja de aprender y crecer. Mantengan la humildad de reconocer que siempre hay algo nuevo que descubrir y mejorar en su práctica artística. Con esfuerzo, dedicación y pasión por lo que hacen, lograrán un camino exitoso y gratificante como tatuadores profesionales.
Camilo Cortés es un gran tatuador colombiano quien se destaca por su gran uso de los colores cálidos, si quieres ver más de su arte visita su cuenta en Instagram.
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