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López: un gran fabricante de máquinas de tatuar8 min read

López es un tatuador venezolano quién trabaja en Mérida, Venezuela y hace máquinas de tatuaje a mano, hoy nos cuenta sobre él y sus máquinas:

“Mi nombre es José Augusto López Ariza conocido en el mundo de el tatuaje como López, tengo 28 años haciendo tatuajes, 13 de ellos como fabricante de máquinas de tatuar, soy de la ciudad de Caracas pero desde hace 19 años vivo a las afueras de la ciudad de Mérida, en un pueblito que se llama Tabay”.

lópez

¿Cómo te involucraste en el mundo del tatuaje?

En el año 1994, un amigo de la “vida punk” se hizo una máquina de tatuar casera, elaborada con un motor de reproductor de casette y un portamina, la aguja se amarraba con hilo, esta máquina se conectaba a un transformador. Con esa máquina casera me hizo mi primer tatuaje, el resultado fue terrible. La mala experiencia junto al pésimo resultado me llevo a elaborar mi propia máquina casera, y con ello comencé mi vida como tatuador. En esa época era muy difícil conseguir materiales para tatuar, tocaba improvisar con materiales “rudimentarios” como agujas para coser mostacillas, tinta china, papel carbón para hacer los transfers (plantillas) y se utilizaba desodorante para transferir la plantilla a la piel.

A partir de la experiencia de elaborar mi primera máquina surgió en mí la motivación para convertirme en tatuador y luego en fabricante de máquinas.

¿Qué es lo que más te gusta del tatuaje?

Mi formación como diseñador gráfico me permitió aprender técnicas de ilustración que me ayudan a enriquecer mis tatuajes, hay algo hermoso y satisfactorio que es hacer tus propios diseños, que tus tatuajes sean originales, que cada diseño lleve tu propio estilo, que se note en tus trabajos, que las personas al ver tus dibujos lo reconozcan, que vean un tatuaje y digan ese es un trabajo de López, cada artista tiene su esencia, y eso debe verse reflejado en su trabajo.

Otra cosa importante es el uso de buenas herramientas, maquinas, tintas, agujas y productos de calidad, que mejoran el trabajo y el acabado final de una pieza además de trabajar con orden y limpieza para garantizar la seguridad biológica del cliente.

¿Cómo creaste tu propia máquina?

Como ya lo mencione, fue un comienzo con materiales muy básicos, elabore una maquina casera que utilice por poco tiempo. Después adquirí algunas máquinas con las que trabajé varios años, y fue en el 2010 cuando me planteé la pregunta ¿Por qué no hacer mi propia maquina profesional? Con esta idea en mente comencé a comprar algunas herramientas como esmeril, taladro, máquina de soldar, entre otras, que nunca había utilizado, yo no sabía nada de herrería, nunca había trabajado con soldadura, todo fue por intuición y mucho estudio autodidacta, investigaba y le preguntaba a herreros sobre las técnicas de corte o soldadura, al tiempo que seguía investigando. A través de esta investigación conseguí un libro titulado “La máquina de tatuar y sus secretos” de los hermanos Dodoy, el cual fue de gran ayuda para mi trabajo como fabricante de máquinas. La primera máquina que elabore quedo con acabados muy rústicos y algunas fallas en su geometría, sin embargo, cumplía su función.

Tenía fuerza y servía para hacer rellenos sólidos, inyectaba muy bien el color. Aunque sonaba horrible, pero terminarla y trabajar con ella fue una buena experiencia.

Poco a poco fui perfeccionando la técnica y las máquinas iban mejorando tanto en aspecto estético como en funcionamiento.

¿Cómo es el proceso de elaborar una maquina?

Su proceso es muy técnico, lo primero es saber para qué tipo de trabajo la quieres, para líneas, rellenos o sombras. Luego elaboras un boceto del diseño de chasis que quieres, en base a este bocetos haces el corte de las piezas metálicas y luego se liman a mano, ya que no utilizo cortadora laser, todo mi trabajo es manual, como el trabajo de un artesano, elaboro pieza por pieza de forma individual, sin ayudantes, todo el trabajo es hecho por mí. Luego se realiza el trabajo de soldadura. Posteriormente se elaboran las bobinas totalmente a mano, los martillos y flejes a medida. Una vez ensamblada la máquina se hace la conexión de los componentes eléctricos. Se pule y finalmente se calibra. Todo es un largo proceso desde el diseño de la maquina hasta su entrega al artista que la desea utilizar.

¿Qué es lo más especial de hacer una máquina?

Todas las máquinas que he elaborado son piezas únicas, no trabajo en serie. Eso hace que cada máquina sea una pieza original y especial, para el artista que la utiliza y para mí como fabricante. Me alegra mucho saber que una de mis maquinas ayudó a un artista a “agarrar vuelo” en su desarrollo como tatuador y cuando ellos mismos me lo hacen saber me llena de orgullo y de gran satisfacción. Escuchar esas palabras de colegas tatuadores que compran mis máquinas es algo que atesoro en mi mente y corazón.

¿Qué consejos le darías a los nuevos tatuadores al elegir sus primeras máquinas?

Que no se limiten, que investiguen sobre la historia del tatuaje, he notado que las nuevas generaciones de tatuadores comienzan comprándose una maquina moderna tipo pen y no conocen lo que es una máquina de bobinas, una máquina clásica que les puede brindar la misma calidad de trabajo, yo les sugiero que aprendan a utilizar todas las herramientas disponibles para que al final puedan seleccionar la que más les gusten, con la que se sientan mejor y les brinde mayor calidad a sus trabajos.

Además que investiguen sobre las diversas técnicas de tatuar, puesto que no es solo la herramienta, ya que si no conocen las técnicas de cómo trabajar sobre la piel o técnicas de dibujo no podrán hacer buenos tatuajes.

Siempre recomiendo que dibujen con lápices, con creyones, que utilicen acuarelas y que no paren de dibujar pues eso los va nutriendo cada vez más como artista. Que asistan a seminarios, y compartan con sus colegas, pues nunca se deja de aprender.

¿Cómo ves la cultura del tatuaje en Latinoamérica?

Últimamente se ve un gran avance artístico en el mundo de tatuaje latinoamericano, sobre todo en países como Colombia, Venezuela, Argentina y Chile. Podemos encontrar artistas con muy buenas propuestas, creando nuevos estilos. También se producen exposiciones, eventos y competencias de excelente calidad. Algo muy importante que sucede ahora es que hay integración, compañerismo y “camaradería” entre los artistas del tatuaje, se comparte y se aprenden técnicas que ayudan al crecimiento del artista dejando atrás el egoísmo y la competencia insana.

López es un gran artista y además es un gran fabricante de máquinas de tatuar, siendo un fabricante autodidacta ya con 13 años creando máquinas ahora crea máquinas de gran calidad para los tatuadores, si quieres ver las máquinas que crea López visita su Instagram.

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