Creemos erróneamente que los cambios y la persuasión son solo para llamar la atención de alguien al crear conciencia de un problema u opción, y luego presentar a las personas argumentos racionales que los convencerán de tomar decisiones que consideremos deseables. Pero tanto la ciencia como lo que presenciamos en el mundo que nos rodea demuestran lo contrario. La investigación en los campos de la psicología y las ciencias del comportamiento demuestra que las personas toman decisiones irracionales todo el tiempo. No estamos impulsados solo por la razón y la lógica. No estamos impulsados solo por la razón y la lógica. Las emociones también juegan un papel importante en cómo reaccionamos, qué decidimos y si elegimos cambiar.
La persuasión es la capacidad de cambiar una creencia o comportamiento. Persuadimos apelando a la razón o al entendimiento. Pero el proceso de persuasión es más complejo que simplemente presentar la información y esperar que las personas hagan un juicio objetivo o una elección racional. Uno de los errores que cometemos cuando intentamos persuadir es apelar solo a la persona pensante y su mente racional. Los mensajes que resuenan se conectan profundamente con los sentimientos de las personas. Las ideas exitosas atraen los corazones de las personas, no solo sus cabezas.
No solo persuadimos a las personas para que actúen. Los movemos a actuar.
Fuente: thestoryoftelling.com